Los objetivos culturales y comunitarios son los que suelen estar, en la mayoría de los casos, detrás de las construcciones efímeras, proyectos que suponen un desafío para arquitectos y diseñadores al momento de desarrollar un diálogo entre la urbe y la naturaleza, apelando a ciertos principios como la innovación, la inmediatez y que la obra no deje huella en el territorio.
No es de extrañar que la arquitectura efímera muchas veces vaya de la mano con el uso de materiales sustentables, lo que representa también un compromiso para las personas que se encuentran detrás de cada proyecto y que persiguen con estas intervenciones del paisaje urbano causar un impacto positivo en la comunidad.
El uso de containers industriales, piezas de andamiaje reutilizables, estructuras modulares de plástico reciclado y materiales sostenibles que pueden emplearse en otros usos una vez desmontada la obra, se ha hecho muy común en estas intervenciones, que dan vida a piezas y materiales y prolongan su utilidad, especifica Armando Iachini.
Un buen ejemplo de una arquitectura efímera realizada con containers es la instalación Nike Rio 2016, realizada por el estudio GTM Cenografia en Brasil durante la celebración de los Juegos Olímpicos Río de Janeiro 2016. La obra contó con una pieza de Muti Randolph, artista brasileño pionero de la ilustración digital en su país y también empleó metal reciclado.
La diseñadora y artista holandesa Irma Boom desarrolló junto al arquitecto colombiano Carlos Medellín el pabellón de Holanda para la más reciente edición de FILBO. En el proyecto también intervinieron el MVRDV y la Embajada del Reino de los Países Bajos en Colombia, dejando una muestra de la cultura holandesa en esta reconocida feria de libros latinoamericana.
La edificación, patrocinada por firmas como Desso, Philips y Vescom, entre otras, se caracterizó por su sustentabilidad y la proyección reutilizable que poseía cada una de las piezas integrantes de la instalación, para que continuaran su paso por la capital colombiana, promoviendo educación, cultura y literatura.
Por Armando Iachini
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