En construcciones Yamaro, siempre hemos tenido presente que cualquier obra que realicemos debe ser de calidad, para ello siempre utilizamos los mejores materiales y la mejor mano de obra, adaptándonos al sitio donde la realicemos. Al presentar el uso de materiales como el acero y decir que es uno de los mejores, lo decimos porque lo hemos comprobado.
Hoy, vamos a presentar un ejemplo de lo que son las construcciones de gran envergadura y como el uso de materiales altamente resistentes contribuyen al éxito de una obra. El ejemplo que hoy presentamos fue sin duda uno de los más grandes logros de la arquitectura del siglo XX. Las Torres Gemelas.
La construcción de esta obra, cuyo autor fue Minoru Yamasaki, representó un desafío desde el principio. Uno de los más grandes retos fue generar la solidez necesaria del terreno, por ello Se vació una bañera de unos 5’5 kilómetros cuadrados en la que se hincaron 500 pilotes para de esta manera, configurar los cimientos de ambas torres. Esto además funcionaba como una represa de 950 metros de perímetro para contener las aguas del río, que estaban a un nivel superior.
Pero lo verdaderamente desafiante de estas torres, fue el sistema usado para construirlas, ya que por la forma de estas, un prisma de 63x63x400 metros de altura, había que pensar en cómo combatir las fuerzas del viento. Para ello se utilizó la viga Vierendeel y un sistema invertido de estructura. Es decir, una fachada portante apoyada por un perímetro de columnas a modo de entramado ligero y dinámico que permitiese absorber las cargas laterales producidas por el viento. De fuera a dentro.
Los datos que se tienen de la obra, hablando de números, demuestran las proporciones de este proyecto: 180 mil toneladas de acero, 5.000 kilómetros de conexiones eléctricas, 250 ascensores expresos, 55.800 metros cuadrados de vidrio para 43.600 ventanas rodeadas de 200.000 metros cuadrados de aluminio y en un momento de la obra, más de 4000 personas trabajaban diariamente.
Ciertamente, un gran logro de la ingeniería.
