Al momento de planificar algún proyecto de construcción, se debe diseñar e implementar la solución más adecuada para tal fin. Esa que logre la viabilidad del proyecto para poderlo finalizar de forma eficaz, sin descuidar la calidad y encontrando el balance entre el producto y los recursos disponibles.
Un edificio, por ejemplo, puede ser diseñado en cualquier lugar del mundo, sin embargo, no puede construirse en cualquier sitio. Factores como los materiales, la mano de obra, la maquinaria, el terreno donde se piensa construir, el clima, y la viabilidad económica del lugar, pueden poner en jaque cualquier proyecto.
En Construcciones Yamaro nos hemos enfrentado a muchos dilemas a lo largo de nuestros 46 años de experiencia en el sector de la construcción, lo que nos permite afirmar que la planificación es la clave fundamental para el éxito de cualquier idea que se quiera llevar a cabo, señala Armando Iachini.
Un proceso de planificación ideal es aquel que nos permite prever, de alguna manera, cuales son los principales obstáculos a los cuales nos enfrentaremos a lo largo de la construcción y de qué manera los superaremos.
Es cierto que ninguna planificación es 100% rígida, ya que hay factores que por más que se planifique, siempre se pueden escapar de las manos de los constructores, como por ejemplo algún desastre natural o una situación particular que amerite paralizar momentáneamente el trabajo.
Lo ideal es ceñirse a un plan de trabajo que permita finalizar en el tiempo previsto, ya que de no hacerlo, el factor económico es el primero que comenzará a sentirse, pues, atrasarse siempre significa perder dinero, y en caso de ser un proyecto que procure mayormente beneficio social, se afectará a esa población que se busca beneficiar.
Por esta razón el proceso de toma de decisiones, no solo al planificar sino al ejecutar es vital, y se debe contar con el equipo adecuado para ello. De lo contrario, el resultado estará muy alejado del que queremos.
Por Armando Iachini
