En el mundo de la construcción siempre nos vemos enfrentados a nuevos retos. No solo por las nuevas técnicas de construcción, por los nuevos materiales, o por el diseño innovador que ha caracterizado a las nuevas grandes construcciones, sino por un factor mucho más determinante, la seguridad en nuestras construcciones.
[Armando Iachini] precisa que la seguridad es un factor que siempre debe estar presente en cualquier proyecto, no solo durante su ejecución, siguiendo las normativas establecidas, sino que debe poder hacer frente a diversas condiciones tras estar finalizado.
Actualmente, tras acontecimientos trágicos, como lo son los terremotos ocurridos en diferentes lugares del mundo, hemos podido observar que, aunque hay sitios de un alto grado de historia, que tratan de ser conservados por lo que encierran sus características, y por el momento en el que fueron construidos, estos no brindan la seguridad que deberían a los que hacen vida cerca de estas construcciones.
No solo tiene que ver con las construcciones más antiguas, también ocurre con las más nuevas. Antes no estaban tan desarrollados los estudios de suelos, ni las diferentes técnicas que existen el día de hoy para contrarrestar los efectos de un terremoto en cualquier construcción, bien sea un puente, un edificio, una casa o cualquier otra.
Por ello, sabiendo que la arquitectura es uno de los aspectos más representativos de un lugar, no podemos dejar de lado su fin principal, brindar seguridad y ser funcional, según sea el fin con el que fue construida una determinada obra.
Si queremos en unos años contar con edificios históricos dentro de nuestras ciudades, estos deben desde ya, cumplir con todo el marco legal que garantice que podrán hacer frente a los efectos de los terremotos, si bien es cierto que hay sismos muy fuertes y de los cuales no podemos prever su grado de destrucción, debemos prepararnos según nos lo permitan los avances tecnológicos que tenemos hoy día.
La seguridad, la funcionalidad y la historia pueden ir de la mano, y ese es uno de los retos más grandes a los que se enfrenta la industria de la construcción día tras día.
Por Armando Iachini
