Los problemas medioambientales que enfrenta la humanidad también involucra a la industria de la construcción, área que ha puesto su grano de arena en la crisis ambiental, especialmente en lo que concierne al uso de materiales como el ladrillo, con un enorme impacto negativo en la naturaleza.
Vivienda con paneles solares
Para sobrevivir, las construcciones deben hacerse cada vez más sostenibles, haciendo necesario el compromiso de todos los profesionales vinculados con esta área, y dejando de lado la especulación económica asociada con la construcción. Arquitectos, promotores de bienes raíces, políticos e inversionistas, todos están relacionados con este proceso de evolución.
La clave de una construcción sostenible no es usar energías renovables en las viviendas, sino modificar casas autosuficientes, para que cada edificación sea una máquina que se fusione por sí misma.
Las viviendas pueden modificarse para ser sostenibles
Una forma de modificar una vivienda para sacar de ella el máximo provecho puede verse en un proyecto de Calabardina, España. Una antigua edificación en la nación ibérica fue dotada de ventanas y puertas amplias para permitir una ventilación cruzada en el interior de esta casa, que además cuenta con más horas de iluminación y calor natural.
La aplicación de vegetación en las paredes y en los techos es de gran ayuda. Los sanitarios de las residencias deben pensarse para que puedan ser usados por más de una persona a la vez y la aplicación de mayor inercia térmica en el sistema constructivo evita el desperdicio de energía. Todos estos son puntos a considerar para los arquitectos del futuro.
El uso de calefacción y aire acondicionado supone un gasto energético sumamente grande, por lo que es conveniente, en las épocas más frías del año, que la casa esté aislada para que no pierda calor. Por desgracia, se tiene la creencia de que la arquitectura sostenible es muy costosa, porque hasta el momento ha sido aplicada a proyectos de estándares muy altos.
Por Armando Iachini
